Como la realidad es siempre compleja, de vez en cuando Félix lee en los periódicos argentinos o españoles algunas crónicas de hechos que parecen destinados a compensar o corregir los errores ético-jurídicos de la Argentina moralizante y de los primeros años del gobierno de Menem. […]
“–¿Vos sos Astiz?
–Sí, ¿y vos quién sos?
–No importa. Vos sos un asesino hijo de puta.”Como si se tratase de un silogismo práctico, un puñetazo en la cara del marino fue la acción con la que culminó la breve confirmación de identidad de este personaje condenado en ausencia a prisión perpetua en Francia por el asesinato de dos monjas francesas y miembro del Servicio de Inteligencia Naval argentino hasta junio de 1997.
Ernesto Garzón Valdés, El velo de la ilusión: apuntes sobre una vida argentina y su realidad política, Buenos Aires, 2000, p. 214