¿Dónde terminó el anarquismo? Refiriéndose al caso español un autor sostiene que “su movimiento se perdió en la evolución de los tiempos, pero sus problemas de libertad e igualdad quedaron incroporados a la cultura de la sociedad europea, y por tanto, factibles de extenderse al resto del mundo”. El anarquismo argentino también se extravió en el transcurso del siglo XX y, como su homónimo hispano, instaló en la sociedad local problemas de libertad e igualdad. Fue casi la única corriente contestataria que defendió la libertad individual y la igualdad de todos los hombres como valores supremos. Ni el Estado ni el interés partidario o doctrinario debían interponerse entre el individuo y su libertad, y, en este sentido, se diferenció de cualquier grupo o partido de izquierda. Estas ideas eran heredadas del liberalismo, pero a diferencia de aquél, el anarquismo las puso en práctica (o intentó hacerlo) entre los sectores más oprimidos de la sociedad. Tal vez los actuales movimientos de derechos humanos en su defensa de los derechos civiles y, consecuentemente, de las libertades individuales sean herederos del individualismo libertario.
Juan Suriano, Anarquistas: Cultura y política libertaria en Buenos Aires. 1890 – 1910, Buenos Aires, 2001, p. 342