La sociedad de nuestros días conoce tan bien como la de Séneca a esos hombres fofos, vacíos por dentro, hueros de ideas, incapaces de esfuerzo, que viven de la obra colectiva, repitiendo como un eco palabras o consignas, que a veces ni entienden ni tratan de hacer suyas. Pululan por todas partes, tratan de imponer su voluntad, parece que dirigen a los demás y en realidad no son más que juguetes del destino, que los derriba tan arbitrariamente como los encontró y deja ver, cuando ya están humillados y hechos polvo, que su pretendida grandeza no era más que una vana apariencia sin consistencia y sin realidad.
José Gallegos Rocafull, ‘Introducción’, in Lucio Anneo Séneca, Cartas morales, México, 1951, vol. 1, pp. xi-xii