Como todo poseedor de una biblioteca, Aureliano se sabía culpable de no conocerla hasta el fin.
Jorge Luis Borges, ‘Los teólogos’, in El Alpeh, Buenos Aires, 1949
Como todo poseedor de una biblioteca, Aureliano se sabía culpable de no conocerla hasta el fin.
Jorge Luis Borges, ‘Los teólogos’, in El Alpeh, Buenos Aires, 1949