Como no he encontrado en el ejercicio de mi profesión razonamientos lógicos ni menos aún verificaciones empíricas del Derecho, me hallo en tren—bajo sugerencia de Hume—de arrojar sin conmiseración mi diploma a la hoguera, por no contener otra cosa que sofística e ilusión.
Enrique Marí, ‘¿Computadoras jurídicas o jibarismo social?, Nueva Ciencia, mayo, 1973