En el ’84 me tocaba jugar con él [Miguel Najdorf] en Mar del Plata y estaba preocupado.
—Esta noche juego con el Viejo ¿qué hago?—le comenté a Szmetan.
—Si aguantás hasta la quinta hora podés zafar.
Efectivamente en la quinta hora él se equivocó y fue tablas. Desde afuera Szmetan me señaló que el Viejo tenía la partida ganada. Se la mostré.
—A ver cómo es—lme preguntó.
Cuando la vio me dijo:
—Yo sabía que vos eras un chambón.
Ese día cumplía 74 años y Clarín le mandó a Mar del Plata una torta que era un tablero de ajedrez hecho en chocolate blanco y marrón con las piezas blancas y negras dispuestas en la posición de la Variante Najdorf. Vino el intendente, Ángel Roig, y se ubicó al lado de él junto a la torta. Yo estaba sentado en la otra punta y el Viejo le explicaba la partida. A cada rato gritaba:
—Scalise ¿no es cierto que te ganaba?
—Sí, don Miguel.
—Mire, le voy a mostrar—le dijo al intendente. Agarró las piezas de la torta y puso la posición en el tablero. Pero se quedó con un montón de chocolate en la mano y no podía mover. Entonces se metió el chocolate en la boca, y le dijo “mire, mire” mientras el chocolate le chorreaba por la cara, Rita se acercaba con una servilleta para limpiarlo y él la echaba, “salí”. El intendente estaba mudo y sin saber qué hacer. Miró la torta y con una cucharita empezó a comerla.
Luis Scalise, in Liliana Najdorf, NAJDORF x najdorf, Buenos Aires, 1999, pp. 197-198