Punto por punto, el guevarismo fue lo opuesto al pensamiento de Marx y del socialismo clásico: sustituía la autoemancipación por la vanguardia iluminada y el jefe carismático, la movilización de masas por el foco, la democracia social por la dictadura política, el partido por la guerrilla, la lucha de clases por la lucha entre naciones ricas y pobres, la clase trabajadora por el campesinado, las condiciones objetivas por el voluntarismo, el socialismo, sólo possible en las sociedades avanzadas, por el de los pueblos más pobres.
Juan José Sebreli, Comediantes y mártires: ensayo contra los mitos, Buenos Aires, 2008, p. 145